jueves, 26 de enero de 2012



La Guerra Colonial y la crisis del 98







  1. Introducción
  2. Política española y radicalización independentista.
  3. La Guerra de Cuba y Filipinas.
  4. Las consecuencias del desastre. La crisis del 98.

  • Consecuencias políticas y económicas.
  • El regeneracionismo.





1.-Introducción.

De los restos del imperio colonial en el último tercio del XIX – Cuba, Puerto Rico, Filipinas y algunas otras posesiones- Cuba era económica y demograficamente las más querida.

En la década de los sesenta se había modificado al actitud de los ricos criollos, si durante el reinado de Isabell II no pensaban en la independencia, la Revolución Gloriosa abrió las puertas para profundos cambios.

Dichos cambios, junto al incremento de la emigración, la disminución de la mano de obra esclava y el desarrollo del mercado azucarero con EEUU, propició que el líder cubano Carlos Manuel Céspedes, se pronunciase en el “grito de Yara” por una república cubana independiente(1868), tras rechazar la alternativa de adhesión a EEUU.

Durante el reinado de Amadeo I el enfrentamiento se agudiza entre los partidarios de la independencia y los ricos hacendados opuestos a cualquier cambio que transforme su situación privilegiada. Ello provocó el estallido de la llamada Guerra Larga(1868-78), que finalizó con la Paz de Zanjón, que supuso un aplazamiento, no una solución al conflicto.

Entre este año y el inicio de la última guerra cubana, los gobiernos españoles tuvieron 17 años para actuar e introducir algunas de las reformas demandadas. Sin embargo, la falta de un proceso descentralizador y la política económica proteccionista condujeron a la independencia .



2.-Política española y Radicalización independentista.

El período más idóneo para hacer concesiones a la reivindicaciones cubanas fue durante el Gobierno Largo(1885-90) de los liberales cuando el Partido Autonomista Cubano se mostraba decidido a apoyar un programa reformista propuesto por Madrid para contrarrestar a los independentistas. Pero la única medida aprobada fue la abolición de la esclavitud(1886), pues las Cortes rechazaron: Dotar a Cuba de autonomia y la reforma del Estatuto colonial(1893).

Las tensiones aumentaron a raíz de la oposición cubana a los altos aranceles proteccionistas para dificultar el comercio con EEUU. En 1891, a la condición de espacio reservado para los productos españoles, se refuerza con una arancel, lo que provocó malestar no sólo en la isla sino también en EEUU. El presidente americano Mckinley amenaza con cerrar la puerta a los productos cubanos(azúcar y tabaco) si el gobierno español no rectificaba. De su importancia hablan las cifras, en 1894 el 88,1% de las exportaciones cubanas se dirigían a EEUU. Para el gobierno español hay una doble preocupación: la insurrección independentista se puede ver apoyada por EEUU.

En el caso de Filipinas se suman los descontentos de ciertos grupos indígenas(minorias tagalas) con la Admón española y el excesivo poder de las órdenes religiosas. José Rizal fundó la Liga Filipina con un programa simple:

  • Expulsión de los españoles.
  • “ de las órdenes religiosas.
  • Confiscación de los latifundios.

El General Polavieja capturó y ejecutó a Rizal, pero surge un nuevo líder, Emilio Aguinaldo, uno de los creadores del movimiento independentista Catipunan, que mantuvo la insurrección que obligó al envío de nuevos contigentes militares al mando de Fernando Primo de Rivera. Éste negoció la paz con Aguinaldo pero al estallar el conflicto hispano-norteamericano, el pacto de rompió.



3.-La Guerra de Cuba y Filipinas.

Durante el gobierno de Sagasta(1893-95), el ministro de ultramar,Antonio Maura, elaboró un plan de reformas:

  1. Cuba tendría ciertas facultades autónomas, que recaerían en una Diputación Provincial(no aceptada ni por asimilistas ni por separatistas).
  2. Filipinas se reorganizaría territorialmente y se perseguirían las desigualdades entre blancos y de color.

La salida de Maura del gobierno propició el estallido de la guerra en Cuba. Su jefe fue José Marti, fundador del Partido Revolucionario Cubano, y su mecha el llamado “grito de Baire”(24 febrero 1895).

El levantamiento se inició en la zona oriental de la isla, siendo sus dirigentes Antonio Maceo y Máximo Gómez. Desde aquí extienden la guerra al oeste, menos rebelde. Cánovas envia un ejército a Cuba, a cuyo mando se encuentra Martínez Campos, hombre idóneo por su doble personalidad: duro en la batalla y flexible en el diálogo(ante posibles acuerdos).

Los resultados no le acompañan, y el gobierno los sustituye por el General Weyler,que llega con una consigna acabar con la insurrección, si es necesario por la fuerza. La ofensiva se acompañó de la llamada “concentración” campesina. Es decir, a los campesinos se les aísla en aldeas cerradas para aislarlos de las tropas insurgentes. Pero la falta de alimentos y asistencia médica provocó elevada mortalidad entre la población civil(campesinos) y militar(ejército). La destrucción de ingenios azucareros, de plantaciones y de vías férreas hace resentirse a la economía cubana. Además, el apoyo, cada vez mayor, a los independentistas por parte de EEUU hacía inclinarse cada vez más la balanza.

La injerencia norteamericana no era nueva, y respondía al desarrollo de su política imperialista, caracterizada por un control económico y financiero de áreas del Caribe y del Pacífico. En concreto, en la isla tenía intereses azucareros. Frente a un acuerdo propuesto en época del presidente Cleveland en la llamanda “nota Olney, pacificación y concesión de un régimen autónomo para la isla, se pasa a una amenaza velada: intervención en el conflicto. Con la llegada a la presidencia de Mckinley en 1897la hostilidad americana no disminuyó, y su Secretario de Estado, Sherman, protestó(junio 1897) por la forma que España llevaba la guerra.

Tras el asesinato de Cánovas(agosto 1897), el nuevo gobierno liberal de Sagasta decide la estrategia de la conciliación. Relevó a Weyler por el General Blanco y concedió la autonomía a Cuba(noviembre( 1897), el sufragio universal, la igualdad de derechos entre insulares y peninsulares y la autonomía arancelaria. Esto no rebajó la tensión, los independentistas rechazan el fin de las hostilidades y los norteamericanos están decididos a forzar la cesión a ellos de la isla. Habían realizado varias propuestas secretas de compra( la primera en marzo de 1843 y la última en marzo de 1898 por la tentadora oferta de 300 millones de dólares). La prensa, como Hearst y Pulitzer con sus campañas belicistas, movilizan a la opinión pública contra el colonialismo español.

En febrero de 1898 el crucero norteamericano Maine realizó una visita al puerto de La Habana, su voladura tras una explosión(15 de febrero) fue atribuida al gobierno español, sin pruebas, por una comisión de investigación norteamericana(en los años 60 del siglo XX, el almirante de la flota de submarinos nucleares,Hymán Rickover, explicaba que la causa había sido el calor producido por el fuego de una carbonera adyacente al paño de reserva). Ya tenía el argumento y la justificación para su intervención directa en el conflicto. El 18 de abril el Congreso lanzó un ultimátum exigiendo la independencia de Cuba, el 20 llegaba a España y el 25 Estados Unidos nos declaraba la guerra.

La escuadra yanqui, al mando del Comodoro George Dewey, entró en la bahía de Manila(Filipinas) y destruyó facilmente a los barcos españoles, mandados por el almirante Patricio Montojo, en la batalla de Cavite (1 de mayo). El gabinente Sagasta intenta facilitar barcos de reserva, que no logran atravesar el Canal de Suez, y tras larga lucha con americano y rebeldes Manila capituló el 14 de agosto.

Perdida Filipinas, el gobierno español, frente a las reticencias de los mandos, ordenó a la escuadrilla del almirante Pascual Cervera que cruzase el Atlántico, para proteger Cuba y Puerto Rico. La fugaz batalla se desarrolló en aguas de la bahía de Santiago de Cuba(1,2 y 3 de julio). La superioridad estadounidense fue aplastante y Santiago capitulaba el 17 de julio.

Una expedición de general Miles desembarcaba en Puerto Rico en julio y en pocas semanas acabó con la resistencia española en la isla.

Para esas fechas el gobierno español había decidido solicitar negociaciones de paz, con mediación la francesa. Las negociaciones se desarrollaron en Paris, siendo una imposición americana, sin ninguna concesión. El 10 de diciembre de 1898 se firma el Tratado de Paz de Paris por el que España renuncia a Cuba, Puerto Rico, el archipiélago de Filipina (por cuya cesión recibimos 20 millones de dólares) y la isla de Guam en la Marianas. Por la dificultad de sostener posesiones y lugares alejados, vendió a Alemania los archipiélagos de la Carolinas, Palaos y Marianas(excepto Guam), febrero 1899, por 25 millones de pesetas. Al año siguiente vendería a EEUU algunas islas del archipiélago de Joló en el pacífico.

4.-Las consecuencias del “desastre”. La crisis del 98.

La derrota del 98 provocó en la sociedad y en la clase política un estado de desencanto y frustración. Significó la destrucción del mito del imperio español y la relegación de España a un papel secundario en el contexto internacional.

La guerra dividió a los líderes y a los partidos en belicistas y pacifistas y contribuyó a gestar el nacionalismo regionalista . Para las capas sociales bajas supone la pérdida de 50.000 vidas.

4.1Consecuencias políticas y económicas.

A pesar de la envergadura del “desastre” sus repercusiones inmediatas fueron menores de lo esperado. El sistema de la Restauración sobrevivió al “desastre”: el turno de partidos se mantiene y el régimen mostró capacidad de recuperación.

Tampoco hubo crisis económica, a pesar de la pérdida de mercados y de la deuda generada por la guerra. Las estadísticas demuestran lo contrario:

  • Inflación baja.
  • Reducción de la deuda pública.
  • Inversión fuerte , gracias a los capitales repatriados.
  • No se perdieron los mercados latinoamericanos.

En conclusión, la crisis del 98, más que política o económica, fue una crisis moral y ideológica, con un importante impacto psicológico en la población.

Los que conocen una notable expansión son los movimientos nacionalistas, sobre todo en País Vasco y Cataluña, donde la burguesía industrial se percata de la incapacidad de los partidos dinásticos para renovar el país, y orientan su apoyo hacia formaciones nacionalistas, que reivindican la autonomía y prometen una política nueva y modernizadora.

4.2El Regeneracionismo.

La crisis colonial favoreció la aparición de movimientos que criticaron el sistema de la Restauración y propugnaron la necesidad de una modernización de la política española. Estos movimientos contaron con el apoyo de las clases medias y cuyos ideales quedaron ejemplificados en el pensamiento de Joaquin Costa, que propugnaba la necesidad de modernizar la economía y alfabetizar a la población, recurriendo al lema “escuela y despensa”.

Además, el “desastre” dio cohesión a un grupo de intelectuales, conocido como Generación del 98 (Unamuno, Pio Baroja, Ramiro de Maeztu, Valle Inclán, Jacinto Benavente, Machado , etc) caracterizada por un profundo pesimismo y una crítica al atraso peninsular, que hizo plantearse una profunda reflexión sobre el sentido de España y su papel en la Historia.

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